Para implementar y gestionar un sistema de gestión de activos, no es suficiente la inclusión de componentes netamente técnicos, hablamos de un cambio a profundidad en la filosofía de una organización, transformando la manera de pensar, sentir de las personas y del actuar como organización.

Por lo anterior, se aborda un marco de referencia en torno a la cultura, la gestión del conocimiento y el desarrollo de competencias, los cuales se convierten en elementos claves que marcan la diferencia, reducen la resistencia al cambio y permiten una adopción de los lineamientos del sistema de manera orgánica y fluida al interior de la organización. Esto garantizará la sostenibilidad del sistema…